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El “pie” en los créditos hipotecarios

Obtener un crédito hipotecario si tu situación financiera es estable no es nada de complicado, sin embargo, hay muchos conceptos involucrados en el proceso que pueden ser difíciles de
entender. En este post te contaremos sobre el “pie” en los créditos hipotecarios. Que es, la razón por la que se solicita y algunas alternativas para pagarlo que te pueden ser de utilidad si tienes dudas al respecto.

¿Qué es el pie en un crédito hipotecario?

El pie es un porcentaje del valor total de la propiedad que deberás financiar tú mismo y con tus propios recursos. Puede variar dependiendo de la institución financiera y de tu propia situación económica (tu suelo, inversiones y dinero en cuenta corriente). El banco realiza una evaluación de todos estos factores con el objetivo de entender cuál es tu capacidad de ahorro y, de esta forma, definirá el máximo de financiamiento que podría otorgarte. El monto que solicites debe estar dentro de tus parametros de sueldo, antigüedad en tu trabajo, inversiones, etc.

Como es de esperar, mientras mayor sea el porcentaje del pie que tengas que pagar, menor será el valor de las cuotas de tu crédito hipotecario. Si además lo sacas por un mayor periodo de años, estas irán disminuyendo. Dado esto, el banco te podría decir que para tu nivel de ingreso está dispuesto a otorgarte un crédito al 70% por 30 años. Esto quiere decir que el 30% del valor de la propiedad tendrá que salir de tu bolsillo al momento de la compra de la propiedad y el 70% restante se dividirá en cuotas mensuales más intereses y otros gastos asociados como seguros a pagar por 30 años.

¿Por qué se solicita el pago del pie?

Antiguamente los bancos y otras instituciones financieras como las mutuarias estaban dispuestas a financiar propiedades en un 90% de su valor e incluso, en algunos casos, se lograba el financiamiento del 100% de éstas.

Sin embargo, hoy en día la mayoría de los bancos ponen un tope de financiamiento del 80% del valor total de la propiedad. Existen casos en que pueden financiar más que esto, pero son excepcionales. La principal razón tiene que ver con el riesgo asociado a otorgar el crédito. La idea es que las personas sean capaces de acreditar que cuentan con una capacidad de ahorro suficiente para desembolsar parte del dinero al momento de la compra, mientras el banco le presta el dinero restante para ser pagado en cómodas cuotas mensuales por cierta cantidad de años. Aquí pueder ver los requisitos para solicitar un crédito hipotecario.

Otra de las razones es que las personas se sientan responsables de la compra. Si jamás pusieran dinero propio pues el banco financió el 100% es mayor la probabilidad de dejar de pagar a futuro en caso de complicaciones personales u otros factores, mientras que si ya has puesto gran parte de tus ahorros no querrás que el banco se quede con ellos si no pagas los dividendos.

¿Qué opciones para pagar el pie existen?

Según las políticas bancarias el total del valor del pie debe ser financiado con recursos propios, ya sea en dinero efectivo, inversiones o vendiendo tus propios bienes personales. Sin embargo, el valor de las propiedades hoy en día hace más difícil poder juntar esa cantidad de dinero y pagarlo de una sola vez, por lo que siempre puedes optar por otras alternativas.

 

1. Ahorros propios.

El escenario ideal para la compra de una propiedad es que cuentes con el dinero ya ahorrado al momento del pago. De esa forma se paga el porcentaje acordado a la inmobiliaria y el resto se financia a través del crédito hipotecario.

2. Cuotas: compra en blanco o verde.

Otra muy buena alternativa es comprar la propiedad en blanco o en verde. Esto significa que aún está en proceso de construcción por lo que puedes tener varios meses o incluso años para juntar el dinero necesario y poder pagar el pie.

Muchas inmobiliarias permiten este tipo de financiamiento del pie, en que mensualmente se le deposita el valor y no se pagan intereses excesivos como sería en caso de financiarlo con otros tipos de créditos. De esta forma no se acumula el valor de las cuotas del pie con el pago del dividendo una vez se te hace entrega del inmueble.

3. Créditos de Consumo.

Es la alternativa menos recomendable, pero de todas formas la mencionamos. Muchas personas pagan el pie de los inmuebles a través de créditos de consumo que obtuvieron en otras entidades financieras, pues es muy difícil que el mismo banco te otorgue ambos créditos simultáneamente. Sin embargo, esto puede ocasionar un sobreendeudamiento y un gran problema si luego no eres capaz de pagar ambas deudas.

4. Pago en cuotas sin interés.

Hay inmobiliarias que cuentan con convenios con transbank y permiten a los compradores pagar el pie hasta en 18 cuotas sin intereses, independiente del momento en que se compre y/o entregue la propiedad.

En este caso hay que tener cuidado en tener la capacidad económica de pagar ambas deudas en caso que se junten las cuotas del pié con el dividendo, sobre todo si es una compra por inversión y los primeros meses luego de entregado el inmueble no encuentras arrendatario.

Otros gastos a desembolsar al comprar una propiedad.

El pie no es el único gasto que deberás desembolsar directamente de tu bolsillo al comprar una propiedad. Existen otros gastos asociados a la compra de un inmueble que debes tener en cuenta al momento de firmar cualquier contrato, como la inscripción en el conservador y otros. Para más información sobre estos gastos asociados a la compra puedes entrar aquí.

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